La otra cara de Agro Ingreso Seguro
“Calumnia calumnia, que algo queda…”
La corrupción es un mal peor que la guerrilla, los paramilitares y los narcotraficantes juntos. Colombia necesita cada centavo que se recauda a través de los impuestos, para mejorar las vías, los hospitales, las escuelas, la justicia y la seguridad.
Cuándo esos dineros que están destinados a mejorar la calidad de vida de todos los colombianos, terminan en el bolsillo de unos pocos inescrupulosos, es ofensivo e indignante.
Colombia tiene un sistema judicial muy benigno con los corruptos. Así mismo la sociedad convive con las personas que han obtenido sus fortunas robándole al estado colombiano y nadie los rechaza o discrimina. La razón por la que hay tanta corrupción en Colombia es porque el país ha aprendido a convivir con ella y la acepta cómo un mal necesario.
En Colombia pululan genios de la corrupción y provienen de todas las ramas profesionales. Estos individuos siniestros poseen habilidades sorprendentes para construir esquemas sofisticados para defraudar el estado colombiano. No nos olvidemos de los sonados casos de las exportaciones ficticias, Cajanal o Foncolpuertos (entre muchos otros…)
Los particulares y funcionarios públicos que se han enriquecido con los dineros del estado, se burlan de las personas correctas. Para los corruptos, la gente honesta es un peligro. Por eso cuándo aparece una persona correcta a renovar esas costumbres podridas, es atacada con todo el poder económico, político y social a disposición de estas mafias.
Sin embargo el primer paso que se da con un funcionario correcto, es querer convertirlo al sistema. Me contaba recientemente una persona allegada que se desempeña en un cargo público dónde están luchando contra la corrupción, que sus opositores políticos se burlaban de él y le decían que si seguía con el disfraz de angelito iba a terminar cómo el Ministro de Agricultura.
Estos opositores que hacen parte de la vieja política le decían que por muy honesto que fuera, en Colombia los funcionarios correctos siempre terminan enlodados, desprestigiados y para rematar sin dinero ni para pagar los abogados. Y le recomendaban que mejor cambiara su actitud y se dejara llevar por la corriente. Para ello citaban los casos de decenas de funcionarios públicos que habían salido enriquecidos de sus cargos y hoy eran personas “respetadas” por la sociedad.
Lo peor es que cuándo tocaron el tema de los pocos que habían sido condenados por delitos de corrupción, se referían a ellos cómo personas con “mala suerte” que no habían sabido hacer las cosas. Hasta detallaban en que se habían equivocado y a quién era que tenían que haber contactado para que sus delitos fueran exitosos.
Y ese testimonio me puso a pensar.
Cómo será la vida de las personas correctas, pulcras, decentes, que se unen a cargos públicos dónde tienen que luchar contra un sistema que tolera la corrupción en todos sus frentes?
Cuánta porquería tienen que ver estos colombianos honestos cada día de sus vidas? No es fácil vivir en medio de un sistema que contradice tus valores y principios morales y que al mismo tiempo recompensa a todos aquellos que violan la ley.
El gobierno de Uribe se ha caracterizado por haber traído una nueva actitud de intolerancia contra la corrupción y el clientelismo. Me imagino que debe haber sido una labor más complicada que acabar con las FARC.
Y tal cómo le pasaría a un funcionario correcto en medio de un sistema corrupto, al gobierno de Uribe lo han terminado señalando de corrupto. Que injusticia.
Me he leído cada artículo que ha salido sobre el escándalo de Agro Ingreso Seguro. Y no he comentado nada antes esperando a ver que fue lo que pasó. El Presidente Uribe se ha rodeado de colombianos destacados y correctos que hagan parte de la construcción de una nueva Colombia. Por eso le otorgué el beneficio de la duda al caso y preferí leer atentamente cada noticia.
Una gran parte del país salió a condenar al Presidente, al Ministro de Agricultura y al ex-Ministro de Agricultura. Estos señores han sido linchados por la “justicia de la sociedad” que actúa con premura y seguida por las emociones.
Se ha cometido una gran injusticia con Álvaro Uribe y los señores Andrés Fernández y Andrés Arias. Después de investigaciones de la Procuraduría, la Comisión de Investigaciones de la Cámara y de la Fiscalía, no han encontrado un solo indicio (ni uno…) que sugiera que alguno de estos tres colombianos cometió un delito. Repito, no existe el menor indicio que estos tres colombianos hayan cometido un solo delito.
Sin embargo su nombre y su honra quedaron por el piso, cómo si fueran uno más de los ladrones. Este es uno de los casos típicos que los corruptos usan para reclutar funcionarios honestos a sus filas. Por eso es muy difícil encontrar colombianos que se unan a la lucha contra la corrupción, al final los “buenos” son los que terminan enjuiciados.
Agro Ingreso Seguro realizó 81,000 asignaciones para financiar proyectos de inversión en el campo. La Fiscalía solo ha encontrado méritos para investigar 41 casos (El 0.0049% del total). Prácticamente todas las asignaciones se realizaron ajustadas a la ley y no existe duda de ellas.
Para rematar las asignaciones fueron realizadas por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura, que cuenta con una amplia trayectoria en América Latina y fama de ser muy ético en su accionar. Más transparencia no se puede.
Cómo puede afirmarse que Agro Ingreso Seguro fue una ley para favorecer a los amigos de Uribe y a ex-reinas de belleza? Eso es una infamia.
Los grandes beneficiados de esta ley son los campesinos de Colombia y los agricultores del país que han podido desarrollar proyectos para mejorar sus tierras, gracias a los dineros del estado. 93% del total desembolsado ha ido a parar a manos de personas con recursos económicos limitados.
Lo peor de todo es que esos 41 que están siendo investigados por la fiscalía, si invirtieron el dinero que recibieron del gobierno en el campo. Esos dineros nunca se los robaron. Tan solo a través de argucias legales y una buena dosis de ingenio colombiano, se aprovecharon de una debilidad de la ley para obtener más dinero del que le correspondía. Nada nuevo. Ahora tendrán que regresar el dinero y responder por sus actos.
Lo que no puedo tolerar es que se haya destruido tan fácilmente en Colombia la imagen de tres personas correctas que quieren un país nuevo, libre de las prácticas del pasado.
Todos los colombianos de bien tenemos la obligación moral de defender el buen nombre de estos tres señores involucrados en la vida pública del país. Este caso es simbólico del compromiso de los colombianos de valorar y apoyar a los funcionarios correctos que están luchando por acabar con la corrupción en Colombia.
Todos los que queremos ver una Colombia libre de corrupción necesitamos arropar a los colombianos honestos en cargos públicos, porque son ellos quiénes están dando la batalla en nombre de todos los demás. Darles la espalda y dejarlos a su suerte, sería un gran triunfo para la corrupción.
Aclaro que si se llegase a demostrar que Uribe, Fernández y Arias, incurrieron en prácticas incorrectas y que engañaron al país para lucrarse con dineros del estado, soy el primero que voy a abrir un grupo en Facebook para solicitar la renuncia del presidente y publicaré en esta columna mis excusas por haber defendido a tres bandidos.
En cualquier otro caso, es el momento de hacer lo correcto y devolver al Presidente Uribe, al Ministro Fernández y al ex-Ministro Arias, su buen nombre y su dignidad.
Antes de terminar es importante resaltar el hecho que mientras Colombia crucificaba a un Ministro honesto, ignoró el nombramiento del Ministro de Hacienda Oscar Zuluaga, cómo el mejor Ministro de Suramérica. Que honor. Felicitaciones Ministro Zuluaga, ese reconocimiento tiene mucho mérito.
Gustavo Abello
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